lunes, 3 de diciembre de 2012

CUANDO ERAMOS REYES…Y DEJAMOS DE SERLO




Hoy os tengo que hablar de algo triste…estamos en nuestro mejor momento, esa competición tan próxima, el próximo fin de semana el partido de la temporada…y ¡CHAS! nos lesionamos.

Lo primero que debemos tener en cuenta en estas situaciones es no desesperar. Un alto porcentaje del éxito en la recuperación pasa por vuestra cabeza. Todo tiene solución Sabemos que la lesión casi siempre viene en el peor momento, pero esto tiene explicación. Cuando el cuerpo se prepara para la competición tiene un mayor estrés muscular. En ese momento nuestras fibras son mucho más efectivas, pero también más vulnerables. Es por esto que debemos cuidarnos incluso más, y no intentar compensar en unos pocos días el posible atraso de entrenamientos que llevemos durante toda la temporada.

Para la mejor recuperación, hay que ponerse en manos de los mejores profesionales. Dentro de nuestras posibilidades, no debemos escatimar en cuidados. Esto no tiene porque notarse en el precio, hay muchos tratamientos caseros que podrán sernos muy útiles. La importancia de una buena recuperación no solo está en el tiempo de inactividad, sino también en que, en un futuro, no se nos vuelva a reproducir una lesión antigua.
El entorno es muy importante. Igual que en el patio del colegio el niño más seguido era el que mas corría, el mas fuerte o el que mejor jugaba a determinado juego, en nuestro periodo de lesión, nuestros verdaderos amigos nos apoyarán para que este bache pase lo más liviano posible. Apoyaros en vuestros familiares y amigos y todo os será mucho más fácil.

Para finalizar, os dejo este video de Derek Redmond en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde partía como uno de los favoritos, y bueno… ¡no os desvelo más!

                                      

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