Hoy
os tengo que hablar de algo triste…estamos en nuestro mejor
momento, esa competición tan próxima, el próximo fin de semana el
partido de la temporada…y ¡CHAS! nos lesionamos.
Lo
primero que debemos tener en cuenta en estas situaciones es no
desesperar. Un
alto porcentaje del éxito en la recuperación pasa por vuestra
cabeza.
Todo tiene solución Sabemos que la lesión casi siempre viene en el
peor momento, pero esto tiene explicación. Cuando el cuerpo se
prepara para la competición tiene un mayor estrés muscular. En ese
momento nuestras fibras son mucho más efectivas, pero también más
vulnerables. Es por esto que debemos cuidarnos incluso más, y no
intentar compensar en unos pocos días el posible atraso de
entrenamientos que llevemos durante toda la temporada.
Para
la mejor recuperación, hay que ponerse en manos de los mejores
profesionales.
Dentro de nuestras posibilidades, no debemos escatimar en cuidados.
Esto no tiene porque notarse en el precio, hay muchos tratamientos
caseros que podrán sernos muy útiles. La importancia de una buena
recuperación no solo está en el tiempo de inactividad, sino también
en que, en un futuro, no se nos vuelva a reproducir una lesión
antigua.
El
entorno es muy importante. Igual que en el patio del colegio el niño
más seguido era el que mas corría, el mas fuerte o el que mejor
jugaba a determinado juego, en nuestro periodo de lesión, nuestros
verdaderos amigos nos apoyarán para que este bache pase lo más
liviano posible. Apoyaros
en vuestros familiares y amigos y todo os será mucho más fácil.
Para
finalizar, os dejo este video de Derek Redmond en los Juegos
Olímpicos de Barcelona 1992, donde partía como uno de los
favoritos, y bueno… ¡no os desvelo más!
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