Hola amig@s!
Hoy voy a hablaros sobre un aspecto importantísimo a la hora de
salir a correr, ir al gimnasio, o de hacer cualquier tipo de actividad: La
elección de unas buenas zapatillas.
El mercado ofrece millones de marcas, modelos y tipologías. Aquí
lo único que vamos a hacer es conocer las características en las que os debéis
fijar cuando os las encontréis en la tienda, siempre pensando en una zapatilla
deportiva. ¡Allá vamos!
1.
Lo
primero que debéis desechar son las “zapatillas-milagro”. Normalmente
son muy fáciles de reconocer por su forma extravagante: Suelas con cuña,
curvadas, dedos separados, etc. Nuestro pie está diseñado para andar descalzo,
lo que le pongamos nosotros debe ser lo más natural posible.
2.
Comodidad: Aquí no vale eso de “ya se irá
adaptando”. Si bien es cierto que una zapatilla debe amoldarse a nuestro pie y
ablandarse, cuando nos la probamos en la tienda ya tiene que ser cómoda, ver
que no nos aprieta ni nos baila (¡mucha atención al número!).
3.
Anchura
u horma: Aparte del
número de pie, la horma es muy importante. Algunos tenemos el pie delgado, y
otros más ancho. Por esta razón, no podremos llevar todos la misma zapatilla.
Para comprobarlo, apretaremos la zapatilla con los cordones, sin hacer lazada.
No nos debe ni sobrar mucha tela en los laterales, ni salírsenos el pie. Esa
será nuestra zapatilla ideal.
4.
Dureza
del talón: Para evitar
futuros problemas, especialmente esguinces, es necesaria que el talón sea lo
suficientemente rígido. Para ello, simplemente apretaremos con el dedo la parte
trasera de la zapatilla. Tener en cuenta que si es demasiado dura, también
puede hacernos daño en el talón de Aquiles. Esto depende de la anatomía de cada
uno, así que a probar.
5.
Flexibilidad: Para conseguir que la zapatilla se adapte
a nosotros completamente, esta debe ser flexible, puesto que la vamos a someter
a una gran actividad. Doblarla y estrujarla, la zapatilla deberá amoldarse y
volver a su estado original sin problema.
6.
Materiales: Por último, hay que estar atentos a las
costuras, las zonas de transpiración, los agarres de los cordones (ojal
incrustado), etc.
Para finalizar, recordad, una zapatilla puede llegar a su fin
por el desgaste de sus materiales, o por el desgaste de sus Km. de vida (1 vida
= 1000km). En actividad intensa = 6 meses y en actividad leve o moderada = 12
meses.
Xuso García. ¡El deporte eres TÚ!